Vigilancia y Servicio: Reflexiones desde Marcos 13,33-37

Lectura del santo evangelio según san Marcos (13,33-37):

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Mirad, vigilad: pues no sabéis cuándo es el momento. Es igual que un hombre que se fue de viaje y dejó su casa, y dio a cada uno de sus criados su tarea, encargando al portero que velara. Velad entonces, pues no sabéis cuándo vendrá el dueño de la casa, si al atardecer, o a medianoche, o al canto del gallo, o al amanecer; no sea que venga inesperadamente y os encuentre dormidos. Lo que os digo a vosotros lo digo a todos: ¡Velad!»

Introducción a la Vigilancia Espiritual:

En el pasaje de San Marcos (13,33-37), Jesús nos invita a una vigilancia constante, una alerta espiritual que trasciende el tiempo y el espacio. Esta enseñanza, lejos de ser una mera espera pasiva, nos llama a una activa participación en nuestra fe y en nuestras comunidades.

La Vigilancia en Nuestra Vida Diaria:

En la cotidianidad, esta vigilancia se traduce en estar atentos a las necesidades de los demás, en ser conscientes de nuestras acciones y sus impactos. No es simplemente esperar un evento futuro, sino vivir plenamente el presente con responsabilidad y amor. En el trabajo, en la familia, incluso en nuestros momentos de ocio, estamos llamados a reflejar esta actitud de servicio y atención.

Aplicación en la Parroquia:

Dentro de la parroquia, esta enseñanza nos impulsa a ser más que asistentes pasivos. Cada uno de nosotros tiene un rol único y esencial. Al igual que los criados de la parábola, tenemos tareas específicas que contribuyen al bienestar y crecimiento de nuestra comunidad de fe. Desde el coro hasta la catequesis, cada actividad es una oportunidad para vivir esta vigilancia activa.

El Impacto en los Movimientos Apostólicos:

En los movimientos apostólicos, la vigilancia se manifiesta en nuestra capacidad de responder a los signos de los tiempos. Estar alerta significa reconocer las necesidades de la sociedad y actuar en consecuencia. Es un llamado a ser agentes de cambio, llevando el mensaje del Evangelio a través de nuestras acciones y palabras en un mundo que constantemente cambia y presenta nuevos desafíos.

Conclusión: Una Invitación a la Acción:

La exhortación de Jesús a “velar” es una invitación a vivir nuestra fe de manera activa y consciente. No se trata solo de esperar el retorno de Cristo, sino de prepararnos a través de nuestras acciones diarias, en nuestra familia, trabajo y comunidad. En cada gesto de amor, cada acto de servicio, estamos respondiendo al llamado de estar vigilantes, siendo fieles al mensaje del Evangelio y ejemplificando la esencia de nuestra fe católica en cada aspecto de nuestra vida.